EL DISCURSO CONSCIENTE Y LA REALIDAD QUE CREAMOS
Kotodama se refiere a la creencia japonesa de que en las palabras y en los nombres mora el espíritu y alma de estas y de lo que representan; entonces en cada palabra hay energía y poderes místicos capaces de crear, dar forma, destruir o modificar.
Ser consciente del gran impacto que tienen las palabras en nuestra realidad es mi gran prioridad a la hora de trabajar con discursos escritos u orales para así poder ser impecable con las palabras y entregar el mensaje lo más claro posible.
La traducción fue una herramienta muy hermosa que me sirvió para muchos aspectos de mi vida. Traducir es estudiar la manera en la que un sector de la población estructura su realidad con palabras, y luego, buscar la manera equivalente, no literal, de decir lo mismo en otro idioma. Esto me llevó a concientizarme del gran poder que tienen las palabras y los grandes cambios que pueden surgir por reemplazar una palabra por otra, de mi discurso interno y, por ende, de mi discurso externo y de como podemos transformar nuestra propia realidad a través de las palabras.
Quizás ya escuchaste o leíste la frase “cree lo que quieras crear”, pero detenerse a pensar en esto, y aplicarlo día a día con disciplina, puede tener un life-changing effect. Nuestro diálogo interno esconde detrás el secreto de como actuamos ante la vida, cuáles son nuestros miedos, cuáles son nuestras creencias expansivas, cuáles son nuestros límites y sombras. Al hablar, exponemos nuestro mundo interno y, así, la clave para poder cambiar nuestra realidad.
Si yo creo que algo es posible y que soy capaz de lograrlo, voy a enfocar todas mis energías y mis ganas en lograr eso, pues toda mi fe se encuentra depositada ahí. Fe es confiar ciegamente en que algo es posible, es la convicción que utilizamos para creer un montón de cosas que jamás vimos, pero por acuerdo social “son ciertas”.
Si yo me hago soberano o soberana de mi propio discurso y de mi sistema de creencias, podré lograr crear el mundo que anhelo, podré expandir mis horizontes hacia lugares que nadie había descubierto antes y que era “imposible” llegar.
Poner foco en nuestro discurso interno para así hacernos consciente de qué comunicamos a la hora de verbalizar, es vital en una sociedad donde la desinformación y el discurso del miedo a más de uno lo paralizo en su vida.